Un gigantesco iceberg, localizado frente a las costas de Australia y que generó una alerta a la navegación, se fragmentó en centenares de
pedazos a medida que deriva hacia el norte, indicó este lunes un científico australiano.
Bautizado B17B, con una superficie inicial de 140 kilómetros cuadrados, fue localizado el 9 de diciembre derivando a mil 700 kilómetros al suroeste de Australia.
Desde esa fecha ha reducido su tamaño, aunque aún mide 115 kilómetros cuadrados, es decir, el doble de la superficie del barrio de Manhattan, en Nueva York.
“Numerosos pedazos pequeños de hielo se separan de B17B (…) repartidos en más de un millar de kilómetros”, afirmó el científico australiano Neal Young.
Según el especialista, el iceberg debería disolverse, pero aún es prematuro indicar cuándo ocurrirá.
El gigante de hielo, que se despegó de la Antártida hace unos 10 años y derivó hacia el noreste, es vigilado por satélite.
“Lo esencial por el momento es que el tamaño disminuye, pero eso puede durar varias semanas aún”, indicó el experto australiano.
“Su base está en agua relativamente caliente, entre seis y ocho grados Celsius. Para nosotros es muy frío; sin embargo, para un iceberg esa temperatura es más bien caliente”, añadió.
“El iceberg se reduce así desde su base sumergida, y es por eso que acabará por disolverse”, precisó.
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pedazos a medida que deriva hacia el norte, indicó este lunes un científico australiano.
Bautizado B17B, con una superficie inicial de 140 kilómetros cuadrados, fue localizado el 9 de diciembre derivando a mil 700 kilómetros al suroeste de Australia.
Desde esa fecha ha reducido su tamaño, aunque aún mide 115 kilómetros cuadrados, es decir, el doble de la superficie del barrio de Manhattan, en Nueva York.
“Numerosos pedazos pequeños de hielo se separan de B17B (…) repartidos en más de un millar de kilómetros”, afirmó el científico australiano Neal Young.
Según el especialista, el iceberg debería disolverse, pero aún es prematuro indicar cuándo ocurrirá.
El gigante de hielo, que se despegó de la Antártida hace unos 10 años y derivó hacia el noreste, es vigilado por satélite.
“Lo esencial por el momento es que el tamaño disminuye, pero eso puede durar varias semanas aún”, indicó el experto australiano.
“Su base está en agua relativamente caliente, entre seis y ocho grados Celsius. Para nosotros es muy frío; sin embargo, para un iceberg esa temperatura es más bien caliente”, añadió.
“El iceberg se reduce así desde su base sumergida, y es por eso que acabará por disolverse”, precisó.
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